lunes, 22 de septiembre de 2008


Los valores agonizantes se esconden tras el muro de la vergüenza,
lloran, gritan, y mueren viendo como la sociedad lentamente se consume a si misma,
con rabia desgarra al mas puro de los inocentes, el amor;
con odio traga pequeños trozos de la tolerancia fragmentada;
con rencor mira a quien ose cuestionarle.
La sociedad es creadora de su propia desgracia y medicina de su propia enfermedad,
solo es cuestión de tener el valor, para hacer las cosas diferentes.

1 comentario:

Jorge Moreno dijo...

lo diferente es bueno pero tenemos miedo.